Conocí al Señor en el Grupo Bíblico Universitario mientras estudiaba Obstetricia en la Universidad de Concepción en el año 72-76; época difícil, teníamos ideales religiosos, políticos, sociales, grandes deseos de cambiar las cosas y dar respuestas urgentes a una sociedad que estaba sufriendo y donde situación había llegado a un punto de quiebre.
Conocer a Jesús fue la respuesta a mis grandes inquietudes sentidas por tanto tiempo como estudiante universitaria, ahora tenía una bandera porqué luchar y así intervenir como profesional cristiana comprometida. Ahora tenía una misión, y haría de mi profesión un Ministerio. ESTE MUNDO QUEBRADO CAMBIARÍA CON JESÚS.
En mi experiencia, Dios nos interpela en el tiempo y en el lugar donde estamos trabajando. Dios sale a nuestro encuentro nos llama para cambiar a este mundo con nosotros mismos. Dios está siempre en la contingencia nacional en nuestra historia, y su actuación es la de nosotros.
En la enfermería y matronería, aunque las necesidades cambian según los tiempos en que vivimos, el nivel de vida que tenemos, sin embargo el ser humano es el mismo por esencia, necesita del Cuidado Compasivo cuando está enfermo o en el hospital, se siente vulnerable, aunque lo niegue, necesita a Dios. Es allí donde Dios quiere que seamos sus manos, su voz, su mirada, su tierna atención con enfermeras y/ o matronas cristianas.
Porque tuve hambre, y me disteis de comer;
tuve sed, y me disteis de beber;
fui forastero, y me recogisteis;
estuve desnudo, y me cubristeis;
enfermo, y me visitasteis;
en la cárcel, y vinisteis a mí.
Entonces los justos le responderán diciendo:
Señor, ¿cuándo te vimos hambriento,
y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos,
o desnudo, y te cubrimos?
¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?
Y respondiendo el Rey, les dirá:
De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis
(Mateo 25:35-40 )
El rol como matrona cristiana donde he trabajado, ha sido este amor compasivo de Dios, que ha tocado mi vida profesional haciendo la diferencia
Una de las experiencias importantes en mi vida profesional fue trabajar en el Hospital Maquehue de la Iglesia Anglicana, en zona rural, corazón de muchas comunidades mapuches donde aprendí con las misioneras a entregar una atención integral al paciente y / o cliente. Realmente fue una Universidad de Servicio, de amor compasivo, atendiendo todas sus necesidades; físicas, psíquicas, sociales y Espirituales. Compartir con los hermanos mapuches, conocerles, y amarles fue muy enriquecedor. Teníamos un sanatorio de enfermos tuberculosos, eran el despojo de pacientes provenientes de toda la región, los casos más complicados, que requerían una atención más completa tanto de medicamentos como de ser acogidos con atención compasiva y ser sobre alimentados. Esas personas se iban de alta conociendo al Señor, sus vidas cambiadas, y devueltos completamente sanos a la sociedad.
La situación de hoy ha cambiado mucho, Chile es otro, ya no tenemos esa pobreza de niños famélicos, ni es la pobreza descarnada de esos años donde hubo que intervenir con programas especiales.
Ahora los problemas de salud han cambiado ya no enfermamos por desnutrición sino porque nos alimentamos de obesidad, hipertensión, enfermedades coronarias, droga, alcohol , Buling , delincuencia juvenil, Embarazos no deseados en adolescentes, hospitales colapsados por la demanda asistencial, aire contaminado que aumenta las enfermedades respiratorias, Stress, depresión, violencia intrafamiliar, etc.
En todo el quehacer hoy abordando estos problemas en los hospitales públicos y centros asistenciales, el Rol de los profesionales Matronas y Enfermeras Cristianas será encarnar a Cristo en esa realidad doliente y con el corazón compasivo del Maestro, trabajar con excelencia, aplicando los principios bíblicos en la práctica profesional, será vivir nuestra vocación proporcionado los cuidados competentes y compasivos demostrando el amor de Jesús en cada atención que realizamos.
Debemos integrar nuestra fe con la práctica profesional, respetando y comprendiendo las culturas, idiomas, Etnias y costumbres locales. Formar redes de apoyo entre las enfermeras y matronas para compartir nuestras experiencias y orar juntas. Así seremos más efectivas viviendo un estilo de vida con Jesús. Así también nos conocerán por lo que hacemos.
En el hospital donde trabajo, además de atender partos, dedico tiempo a formar parte del Comité del duelo del Hospital Dr. Herman Henríquez de Temuco. Implementamos protocolos en la atención del duelo para las madres y familiares que se les muere su recién nacido, para las madres que abortan, para los adultos en los principales Servicios donde más fallecen personas en el hospital. Aseguramos el cuidado Espiritual en este proceso para el que va a morir y apoyamos a la familia en este proceso.
El resultado de este trabajo ha sido significativo en la calidad de atención, termino diciendo es que Dios nos ha llamado y siempre nos está preguntado, y debemos responder discerniendo los tiempos que estamos viviendo con su Espíritu para hacer su voluntad y así cambiar nuestra sociedad.
Alicia Yañez Molina,
Iglesia Anglicana San Mateo de Temuco
Matrona del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco
Presidenta Nacional de ACEMACH; Asociación Cristiana de Enfermeras y Matronas de Chile
Miembro de la Junta Internacional de NCFI; Nurses Christian fellowship International
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